Educación (Recortes ajustados del pasado)
Con el cambio de régimen el sistema educativo mexicano recibe impulsos que lo sacuden, aunque no sabemos si para transformarlo y, menos aún, transformarlo para mejorar. Conviene tener un marco de referencia, un asidero al cual acudir para la reflexión. Un marco sencillo pero que aspire a abarcar la complejidad del fenómeno:
UNO
El destinatario último del esfuerzo educativo es el estudiante, desde las edades más tempranas, hasta la formación profesional. Se atribuye a Plutarco el aforismo “El cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender”; mucho antes Aristófanes había dicho “Educar a los hombres no es como llenar un vaso, es como encender un fuego”; “Educar no es llenar una vasija vacía sino encender una luz” dijo el filósofo Leonardo Boff; Jorge Wagensberg lo expresa así: “Educar no es llenar sino encender”. No sé si el esfuerzo social actual piense en ese destinatario.
DOS
Sin interacción humana no hay sociedad, José Antonio Marina nos ofrece un brevísimo tratado sociológico de la interacción
- Los seres humanos viven en la misma realidad, pero en mundos distintos, formados con los significados que dan a las cosas. Aunque estemos detenidos en el mismo semáforo, el mundo de un fanático religioso y el mío son diferentes;
- los seres humanos actúan a partir de los significados que las cosas tienen para ellos;
- una parte importante de esos significados se aprenden en la interacción social;
- los significados pueden cambiarse reflexivamente o en interacción con los otros y,
- Los sujetos influyen en la formación de los significados compartidos y son influidos por ellos.
Ejemplos: para justificar una actitud represiva se habla de “mano de hierro en guante de seda” o, una conducta facciosa suele disfrazarse de ejercicio libre y democrático. El ejercicio del poder puede alcanzar con más frecuencia de lo deseable, situaciones absurdas con consecuencias trágicas.
TRES
Adquirir conocimiento inteligible es la cuestión de todas las cuestiones.
Siempre tendremos la posibilidad, dice Wagensberg, de entender la realidad puesto que en ella nunca hemos observado la existencia de más árboles que ramas:
- La convivencia humana depende de dos conceptos (y de sus contrarios): la alegría (y la tristeza) de lo propio (y de lo ajeno).
- Las pasiones de la convivencia humana son ocho: la compasión, la envidia, el morbo, la alegría empática, la autoestima, la autocompasión, la melancolía y la nostalgia.- La compasión es la tristeza propia por la tristeza ajena (pena me da tu pena).- La envidia es la tristeza propia por la alegría ajena (pena me da tu contento).- El morbo es la alegría propia por la tristeza ajena (contento me da tu pena).- – La alegría empática es la alegría propia por la alegría ajena (contento me da tu contento).- La autoestima es la alegría propia por la alegría propia (¡qué contento me da mi contento!).
- La autocompasión es la tristeza propia por la tristeza propia (¡qué pena me da mi pena!)
- La tristeza propia por la alegría propia es la contradicción del melancólico (pena me da mi contento).
- La alegría propia por la tristeza propia es la contradicción del nostálgico (contento me da mi pena).
- Dos altas pasiones (la compasión y la alegría empática) son las luces, y dos bajas pasiones (el morbo y la envidia) son las sombras de la convivencia humana.
- Cuatro pasiones íntimas (la autoestima, la autocompasión, la melancolía y la nostalgia) matizan las altas y las bajas pasiones de la convivencia.
CUATRO
El agua tiene piel y gracias a ello existen la gota, la burbuja y la pompa: la primera es agua por dentro y aire por fuera; la segunda es aire por dentro y agua por fuera; la tercera es aire por dentro y aire por fuera, todas con la piel de agua.