Filibusteros

La historia de México registra despojo de su territorio, invasiones extranjeras y ataques de filibusteros.
En 1847 el país perdió más de la mitad de su territorio en una injusta guerra ante los Estados Unidos de América.
Antecedentes de los filibusteros, entre 1855 y 1860, miles de militares irregulares de los Estados Unidos, muchos eran delincuentes buscados por la ley y seguidores de una filosofía geopolítica con tintes religiosos conocida como Destino Manifiesto, —La doctrina del destino manifiesto es una frase e idea que expresa la creencia de que los Estados Unidos de América es una nación elegida y destinada a expandirse— por lo que incursionaron en México y América Central con la intención de apoderarse de territorios y proclamarlos como repúblicas independientes.
Con esa idea de “elegidos” para apoderarse territorios, fueron varios los hombres que intentaron por la fuerza de apropiarse de territorio nacional; el primero del que pocos datos existen es Joseph C. Moorehead, quien en 1851 llegó a Sonora.
El 17 de octubre de 1853, el médico y aventurero William Walker al frente de 45 hombres desembarcó en las costas de Baja California y llegó a La Paz, lugar que declaró “capital” de su república y se autonombra Presidente, el primer decreto es que «su república» se sujetará a las leyes de Louisiana, Estados Unidos, conforme a las cuales la esclavitud es legal.
Después de cinco meses de ocupación itinerante, Walker y sus hombres cruzarán la frontera y se rendirán al ejército estadounidense porque su proyecto no generó el apoyo de más aventureros. Fue Llevado a juicio, el juez señaló que era culpable de violar la Ley de Neutralidad suscrita entre México y Estados Unidos después de la invasión estadounidense a México en 1847. Sin embargo, Walker fue absuelto por el jurado.
Pero no nada más los aventureros estadounidenses tenían planes de incursionar en México, el 13 de julio de 1854, en las costas de Guaymas, desembarcaron más de cuatrocientos hombres al mando del francés Gastón Raousset Conde de Boulbon, con la intención de apoderarse de Sonora, Chihuahua y Durango y declarar una república independiente. El trece de julio un grupo de trescientos voluntarios bajo las órdenes del general José María Yáñez, comandante militar de Sonora y Sinaloa, se enfrentaron a los invasores a quienes derrotaron e hicieron prisiones a 314 hombres, incluyendo a Gastón Raousset que fue juzgado por un Consejo de Guerra, y defendido por el teniente Francisco Borunda, quien había sido prisionero suyo en Hermosillo. El rebelde francés fue condenado a muerte bajo los cargos de conspiración y rebeldía.
El 12 de agosto de 1854, al amanecer, Gastón de Raousset-Boulbon fue fusilado con el rostro descubierto y las manos desatadas, en la zona que daba a la playa del fortín del muelle.
Y retomando la vida aventurera de William Walker, quien después de su fallida incursión en Sonora y absuelto en Estados Unidos, en 1855 se unió a los liberales de Nicaragua, se hizo de la población de Granada, lo que lo convirtió en el hombre fuerte del país por lo que en julio de 1856 fue nombrado presidente y su gobierno reconocido por Estados Unidos.
Walker se apropió de una empresa ferroviaria propiedad de Cornelius Vanderbilt quien financió a mercenarios para combatirlo, y en mayo de 1857 abandonó la presidencia, con el propósito de evitar su detención, Walker se entregó al ejército estadounidense y regresó a California. Tras varios intentos de recuperar el poder en Nicaragua, en 1860 fue hecho prisionero por las tropas británicas y, tras su extradición a Honduras, fue sentenciado a muerte y ejecutado a las ocho de la mañana del 12 de septiembre de 1860; tenía 36 años de edad.
Y los nostálgicos al leer estas historias creen que están viendo una serie de televisión.