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50 años Salvador Allende: El golpe de Estado, un acto que sigue sin sancionarse en Chile

Guadalajara, Jal. – Después de 50 años del golpe de Estado contra Salvador Allende, Chile «sigue siendo una sociedad profundamente dividida en la que la apología al pinochetismo no está sancionada», expresó la académica de la Universidad de Konstanz, Ulrike Capdepón. En tanto, Jaime Tamayo aseguró que se observa el regreso de las ideas, de las organizaciones y la forma de operar que dieron pie al golpe de Estado de 1973.

Cinco expertas y expertos académicos presentaron este lunes El legado de Allende y el lastre del pinochetismo, a 50 años del golpe, en la Universidad de Guadalajara (UdG) para conmemorar el 50 aniversario del golpe encabezado por Augusto Pinochet, ocurrido el 11 de septiembre de 1973, que acabó con el gobierno socialista de Salvador Allende.

El doctor en Ciencias Sociales, Jaime Tamayo Rodríguez, recordó que en el mismo recinto de la conferencia, hace 20 años atrás, se conmemoraba el aniversario número 30 del golpe pinochetista y existía un aura de esperanza hacia un futuro socialista y democrático en Chile; lamentó, sin embargo, que lo anterior está muy lejos de lograrse.

«Vemos el regreso de las ideas, de las organizaciones y la forma de operar que dieron pie al golpe de estado (…) en ningún momento podemos pensar que se está recuperando el proyecto marxista del socialismo por la vía democrática que proponía Salvador Allende», expresó Tamayo en relación al congreso mayoritariamente de derecha que hoy existe en Chile.

Por otro lado, el doctor indicó que la tendencia derechista en los gobiernos va en aumento no sólo en países latinoamericanos sino también europeos, y pese a que existen naciones vecinas con inclinación de centro-izquierda, las políticas no alcanzan para satisfacer espacios democráticos y socialistas como los que Allende pretendía lograr.

«Se están dando condiciones que tenemos ahora sí que ver con mucho más cuidado y enfrentar a tiempo para evitar esas situaciones. Es cierto que el siglo XXI ya no es el siglo de las revoluciones, es el siglo de los cambios por la vía democrática, pero tampoco se están proponiendo los grandes cambios sociales que implican las revoluciones socialistas», señaló el también investigador.

La doctora en Ciencias Políticas, Ulrike Capdepón, destacó la falta de consenso unánime en Chile ante el reconocimiento de las «atrocidades» ocurridas en 1973. También ahondó en consecuencias aún vigentes en la nación a raíz de la dictadura, de las que sobresalió la represión violenta a protestas en contra del sistema económico neoliberal, ocurrida en octubre de 2019.

«Los 50 años del golpe de estado se conmemoran en un contexto de retroceso de las fuerzas democráticas y progresistas luego de las derrotas electorales en el proceso constitucional vigente (…) sigue siendo una sociedad profundamente dividida en la que la apología al pinochetismo no está sancionada«, lamentó Capdepón.

Por su parte, Jaime Preciado, investigador y profesor de la UdG, alertó sobre los conflictos recientes en Chile que demuestran cómo los ideales opresivos y violentos aún persisten frente a demandas sociales y fuerzas democráticas, a 50 años del «horror» vivido por el golpe de Estado.

«La brutal represión, tortura, desapariciones forzadas, tratos crueles e inhumanos de opositores, cancelación de la libertad de expresión y de organización que no se debe de repetir, pervive un sector que quiere naturalizar las razones de la dictadura para impulsar el golpe y para asociarse con la intervención abierta y encubierta del gobierno estadounidense», comentó el investigador.

Además, el profesor hizo una descripción de hechos actuales que tienen su inspiración 50 años atrás con la entrada de Pinochet al régimen chileno: movimientos feministas, antisistémicos y organizaciones en búsqueda de la «verdad histórica» sobresalieron entre los mencionados.

«Nunca más la democracia bombardeada, nunca más la violencia desatada, nunca más la palabra silenciada, nunca más desaparecidos ni ejecutados, nunca más odiarnos entre hermanos, nunca más ideas censuradas, nunca más una dictadura», remarcó Preciado en relación a una marcha feminista ocurrida el sábado 9 de septiembre en Santiago de Chile.

Almendra Orozco Barranco, historiadora y maestra en Ciencias Sociales, guió su exposición bajo la mirada mediática internacional previa y posterior al golpe de Estado en 1973, en donde abundó el desprestigio al gobierno de Allende y se glorificó el sistema capitalista y de extrema derecha. La revista Réplica, editada en Guadalajara y distribuida en diversos países conservadores de la época, fue uno de los ejemplos analizados por la historiadora.

«El comunismo, colocado en contraposición, es elegido como antivalor, denostado y estigmatizado, delimitando lo que es considerado aceptable y justificando la dominación de todo lo que quede fuera. Estas representaciones ayudaron a consolidar un anticomunismo regional latinoamericano», narró Orozco Barranco.

Conceptos como la fe católica, Dios, la moral y la patria fueron emparejados, por medios de información en aquel entonces, con otros como la iniciativa privada, comercio exterior y progreso material, social y cultural, detalló la ponente Almendra. En suma, tales medios ‘tacharon’ al comunismo como una fuerza maléfica y demoníaca llena de crueldad y terror para el mundo.

«Ayer desabastecimiento, hoy abundancia (…) Ayer violencia frente y dentro de la Universidad de Chile, hoy en la Universidad de Chile se estudia y en sus calles adyacentes se vive en absoluta tranquilidad (…) Ayer agresión, fuerza desorden; hoy los ciudadanos viven en la confianza y tranquilidad», fueron algunos titulares comparados por la historiadora en diarios chilenos bajo el gobierno de Pinochet.

De este modo, Orozco Barranco realizó una invitación a prestar atención a las narrativas mediáticas que se generan para describir a ciertos sectores sociales o individuos: tomar en cuenta sus espacios de producción y cuestionar las posturas asumidas en uno u otro medio en relación al sistema donde se desenvuelven.

Por su parte, Anabel Castillón, también historiadora e investigadora de la Universidad de Guadalajara, resaltó el apoyo internacional a favor de Chile «apenas dos días después» del golpe de estado; países europeos y diferentes naciones latinoamericanas se sumaron arduamente para defender a las y los chilenos de la dictadura.

«El quiebre de la democracia en Chile se transforma en un símbolo de resistencia contra la opresión que durante estos años de la Guerra Fría va a amplificar una lucha ideológica que hasta el día de hoy ha dejado cicatrices (…) no solamente se volvió un asunto que competía a los chilenos, sino que se volvió algo que era para el resto de personas la recuperación de la democracia; se convirtió en un anhelo y patrimonio universal», resaltó Castillón.

El Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), el Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos y el Departamento de Estudios sobre Movimientos Sociales de la UDEG fueron los encargados de convocar tal foro en el auditorio «Salvador Allende», del campus La Normal, en donde además se presentó un programa cultural de música y poesía, en memoria del expresidente Allende y de las víctimas del 11 de septiembre de 1973.

Fabián Bocanegra

Estudiante de Comunicación y Periodismo en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ). Reportero de Tribuna de Querétaro desde agosto de 2023.

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