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Autoridad y vecinos niegan espacio a bicicletas en vía pública, acusan

Ni la autoridad ni los vecinos permiten que utilice el exterior de su negocio para otro tipo de transporte que no sean automóviles. “El espacio es público y que no sea público para las bicicletas me resulta algo estúpido”, aseveró.

Los intentos de Mauricio Alejandro Chalú, dueño de la cafetería “El Apapacho”, por brindar un servicio a ciclistas se han visto obstruidos tanto por la autoridad como por vecinos de la calle Reforma, pues los primeros le han negado el permiso para que bicicletas se estacionen fuera y los otros incluso han considerado que es un acto egoísta y “una barbaridad anticristiana”; por lo que ahora busca alzar la voz por los ciclistas.

Originario de Argentina, Alejandro Chalú comentó: “Yo solo quería servir café, no me quería volver un justiciero o un mascarado del tema”, pues desde antes de abrir su negocio tramitó alrededor de 10 folios con la Secretaría de Movilidad capitalina y solicitó ayuda al gobernador Francisco Domínguez Servién, pero en ambos casos obtuvo una negativa.

El concepto de “El Apapacho” es ser un sitio donde los ciclistas puedan tener un punto de reunión; sin embargo, la falta de estacionamiento para las mismas lo ha llevado a pelear constantemente con vecinos y la autoridad. Cada mañana Mauricio Chalú “aparta” con el automóvil de su novia el lugar de afuera de su negocio para que las bicicletas puedan estacionarse; sin embargo, las diferencias comienzan cuando ni la autoridad ni los vecinos permiten usar este espacio para otro tipo de transporte.

El espacio es público y que no sea público para las bicicletas me resulta algo estúpido”, aseveró, pues considera que muchos malinterpretan su proyecto y su estacionamiento de bicicleta porque creen que es algo ególatra para su cafetería, cuando lo que trata de hacer, externó, es alzar la voz por los ciclistas.

Movimientos como “Saca la Bici” comenzaban a hacerse presentes e incluso se llegaba a tener hasta 100 bicis en un día, pero ahora el promedio es de 40 a 50 bicis, refirió. Desde que se abrió la cafetería hace más de nueve meses, Chalú se ha enfrentado con las autoridades para defender el espacio de los ciclistas.

Preferencias al auto particular

Comentó que antes que abriera su cafetería tramitó cerca de 10 folios con la Secretaría de Movilidad en la capital para que tuvieran acceso a este espacio; sin embargo, hasta hace poco manifestaron una respuesta negativa sobre el tema.

Después de obtener otra negativa al respecto con el gobernador Domínguez Servién, pensó: “¿Por qué los coches tienen el derecho de estar estacionados en el centro y ahí nadie alza la voz y nadie dice nada? Lamentablemente hay muchos locales que al igual que el mío está pasando por lo mismo”.

Finalmente, Chalú manifestó: “¿Cómo puede ser que un espejo de un coche y un coche mal estacionado sean más poderosos que el peatón? Sí, hay contradicciones muy locas en una ciudad en donde los cables, las coladeras, la suciedad y la basura no son parte de ningún reglamento. Parece que cuando uno quiere hacer las cosas positivamente al final te buscan la mano chueca y de eso nos etiquetan también”.

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