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The dark side of the Moon: No tiene competencia en iconicidad

Se dice, a modo de leyenda urbana, que en uno de cada cinco hogares en Londres tienen una edición de The Dark Side Of The Moon, independientemente de su formato. Robin Salazar Perea, dueño de la tienda Vinil Azul, refirió que es un disco que todos los coleccionistas están esperando la reedición y, no solo eso, ser el tercer álbum más vendido de toda la historia sigue vigente:

“Es un disco de culto, siempre está agotado, nunca lo tenemos, hay reediciones; se acaba, nos traen, se acaba, nos traen, se acaba, nos traen, si pedimos 20 se venden los 20, si tuviéramos dinero y pidiéramos 100 se venderían los 100”.

La banda británica, que vio la luz en 1967 con su primer álbum The piper at the gate of dawn, es de las que más genera ventas en la tienda Vinil Azul, se encuentran en el Top 5 —junto a Taylor Swift y Harry Styles—, sin embargo, Salazar Perea puntualizó que no hay artista o álbum que se asemeje en iconicidad al Dark Side.

Tal vez, el que más se asemeja sería The Wall, perteneciente también a Pink Floyd:

“leía una estadística que decía que The Dark Side of the Moon ha vendido 50 millones de copias, The Wall dicen que ha vendido más, pero como es álbum doble, las ventas se reducen a la mitad. Esos sí podrían ser comparables”.

Obviamente, los discos más vendidos de la banda son pertenecientes a la época clásica que comprende de 1973 a 1979: Wish you were here, The Wall y The Dark Side of the Moon.

Y sus reediciones no han sido menores; para este 50 aniversario rondará entre los 7 mil pesos, se espera que incluya bluray en 5.1, remezcla en dolby atmos, vinil del álbum en vivo durante una presentación en Wembley en el 74, la portada blanca, un booklet con flyers de conciertos en Inglaterra y la invitación a la presentación del disco original que fue en un planetario. En las cinco décadas de vida ha habido ediciones clave, algunas con vinil virgen o con ediciones de otros ingenieros de sonido como James Guthrie.

Sobre el ingeniero de audio, para el Dark side se tuvo la participación de Alan Parsons quien “venía de trabajar con los Beatles; el Dark side of the moon se grabó en los estudios Abbey Road, en Londres, que son los estudios más famosos de la historia”. Como historia a resaltar, cuando Pink Floyd graba su primer álbum en esos mismos estudios, The Beatles grababa a un lado el Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, McCartney elogió a la banda al escucharlos.

Para Robín Salazar, “nadie se había imaginado que 50 años después este disco iba a seguir siendo icónico”. El álbum puntero de Pink Floyd causó una revolución por su innovación instrumental en su momento. Tan solo en 2013, cuando se celebró el 40 aniversario, el disco pasó a formar parte del Registro Nacional de Grabaciones de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos como parte de la historia de la humanidad.

Modificaciones y accidentes

Dos canciones a resaltar, On the run y Money. Para la primera (que en un principio estaba a cargo de una jam de guitarra y acabó por ser un ritmo electrónico por un sintetizado EMS Synthi AKS) el guitarrista David Gilmour en entrevista para la revista Rolling Stone afirmó que:

“Había posibilidades infinitas e interesantes para ese pequeño dispositivo… siempre nos consideramos un poco electrónicos. Tengo una obsesión por encontrar sonidos tridimensionales”.

Mientras, para Money, Waters cuenta que tenía un montón de cajas registradoras en su garaje, experimentó con ellas y surgió el sonido que da pauta a la canción, además del compás característico.

El mismo Waters (que compuso la letra de todo el álbum) afirmó que Brain Damage se elaboró como un tributo a Syd Barrett, exlíder de la banda y amigo suyo, por el deterioro de su salud mental a causa de su adicción a las drogas. Barret fue despedido por unanimidad después de presentaciones de mala calidad y episodios de locura, Gilomour lo sustituyo tanto en la guitarra como vocalista. La temática del álbum representa la enfermedad mental, la avaricia, el miedo a la muerte y el significado de la vida.

Us and Them estuvo cerca de ser parte del cine, fue rebautizada luego de ser rechazada por Michelangelo Antonioni (cineasta italiano), pues solicitó a la banda escribir algunos temas para la película Zabriskie Point. Tres de cuatro fueron seleccionadas para la película, The Violet Sequence fue la que terminó fuera porque Antonini consideraba a la canción triste, a la banda le gustaba la composición y con unos arreglos es lo que todos conocemos como Us and Them.

Waters tuvo la idea de implementar entrevistas con los trabajadores de Abbey Road y las preguntas iban desde temas banales hasta las más profundas, entre los entrevistados estaba Paul, quien grababa Red Rose Speedway; sus respuestas, para Waters, no fueron útiles: “estaba tratando de ser gracioso y eso era precisamente lo que no queríamos”. Quien acabó en el álbum fue un portero de los estudios Abbey Road quien cerraría con la frase:

“There is no dark side in the moon really ‘Matter of fact, it's all dark’
[no hay una cara oculta de la luna, en realidad es toda oscura]”.

Sin embargo, The Beatles sí aparecieron en el disco, cerca del final de Eclipse se puede escuchar la versión orquestal de Ticket to Ride, algunos dicen que sonaba de fondo en el estudio y otros especulan que para la grabación de The Dark Side Of The Moon se reutilizaron cintas, una de ellas fue donde se había grabado el álbum “Help”. Esta misma canción, Eclipse, estuvo a nada de ser el nombre del álbum, ya que la banda Medicine Head lanzó un disco con el nombre The Dark Side Of The Moon en 1972, un año antes del lanzamiento oficial:

“Estábamos molestos porque ya habíamos pensado en el título antes de que saliera el álbum Medicine Head”.

El álbum, que consta de diez canciones, fue grabado en los estudios de Abbey Road desde mayo de 1972 hasta enero de 1973, y se presentó oficialmente el 1° de marzo en Estados Unidos y el 24 de marzo en Reino Unido; sin embargo, la banda interpretó todas las canciones en el Brighton Dome el 20 de enero de 1972, lo que le permitió realizar modificaciones tanto a los nombres de las canciones como a la instrumentalización.

La polémica con Clare Tony

La colaboración de la cantante Clare Tony estuvo envuelta de polémicas como de un silencio entre la banda. En la canción The Great Gig in the Sky dejaron a la cantante improvisar con pequeñas direcciones, pues Gilmour y la banda se limitaron decir que pensara en “la muerte y sentimientos horribles”.

Clare, quien llegó a la grabación por recomendación de Alan Parsons, entró a la cabina y al salir… los cuatro miembros de la banda estaban callados:

“Cuando llegué, ellos no tenían idea de lo que querían que hiciera y me pidieron improvisar. Yo entré al estudio y grabé unos cuantos: ‘baby, baby’, que era lo que solía hacer, y ellos me dijeron que eso no era lo que buscaban. David Gilmour, podríamos decir que fue el único que me dio algunas direcciones y me dijo que improvisara, que pensara en la muerte y sentimientos horribles. Volví a entrar al estudio y les pedí que grabaran, porque siempre la primera vez es la mejor, las demás suenan falsas y repetitivas. Grabé las voces que ustedes ya conocen y cuando salí no me dijeron nada, me agradecieron y me fui. Yo pensé que habían odiado lo que hice y que jamás vería la luz”.

Pero nada más alejado de la realidad, a la banda le fascinó e incluyó la grabación en el álbum, cuando sale a la venta, Clare descubre que no está su nombre en los créditos:

“Un día yendo hacia mi departamento vi el cartel que anunciaba que ya estaba a la venta el nuevo disco de Pink Floyd y pensé: creo que es para el que me invitaron. Busqué mi nombre, pero no aparecía en los créditos, lo compré y allí me enteré que sí habían usado mi grabación”.

La banda fue a juicio en 2005 por no dar créditos a Clare Tony. Actualmente, en las ediciones del Dark side, aparece “Vocal son ‘The great gig in the sky’ by Clare Torry”.

50 años y Pink Floyd

Se espera que haya presentaciones en diferentes planetarios del mundo para replicar el lanzamiento original.

Aunque han pasado cincuenta años, el consumo digital no afecta a la música, señala Robin Salazar, pues los discos físicos son considerados un lujo, y el consumo digital más que una competencia representa una promoción:

“En el disco físico incluyen canciones extras que solo se consiguen en el disco, ahí forzas al fan a que si la quieres oír debes tenerlo en físico, aunque no tengas donde tocarlo. El streaming viene siendo un apoyo, porque entre más gente conozca los artistas nuevos, más podemos vender nosotros, lejos de competencia yo lo veo como ayuda”.

Y en caso de no haber escuchado a Pink Floyd, para estas cinco décadas del álbum que da inicio al cuarteto clásico de la banda, Salazar Perea recomienda por Breath o Money “fueron como una revolución por todo lo que trae de audio. Breath inicia con unas respiraciones —ese concepto ya lo traía Waters de un álbum solista que se llamaba The Body, que es como de puros ruidos romanos— y en Money trae sonidos como de una caja registradora”.

Dafne Azuby Arreola Santana

Estudiante de la Licenciatura en Comunicación y Periodismo en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Querétaro. Parte del equipo de Verificado Tribuna durante las elecciones 2021 y reportera de Tribuna Diario desde agosto de 2021.

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