DestacadasInformación

Qrobús: Paradas en el abandono y usuarios bajo el sol

Desde hace tiempo, las condiciones son poco óptimas para quienes esperan el transporte público en Querétaro. Los espacios deben ser de paso, sin embargo las largas esperas por la tardanza de las unidades vuelven a las paradas zonas de larga estadía para las personas que esperan en estaciones que están descuidadas y en ocasiones a pleno rayo de sol.

Las estructuras rotas y tapizadas con graffitis, más allá de ser los motivos que vuelven hostil el espacio, resaltan la falta de mantenimiento por parte de los particulares que debían hacerse cargo anteriormente.

Las paradas “tipo Dubai” que se construyeron durante el trienio de Marcos Aguilar Vega eran una oferta de cambio, porque recién inauguradas contaban con internet gratuito, más de una banca y pantallas informativas que nunca se sincronizaron con la información del entonces Instituto Queretano del Transporte (IQT). Resultó que no eran prácticas para ver a lo lejos las rutas que se aproximaban.

En la mayoría de las ocasiones, las personas se veían obligadas a esperar fuera de la parada de autobús. Con el tiempo, esta situación dio lugar a la aplicación de lo que se conoce como «la teoría de las ventanas rotas«, propuesta por el psicólogo social Philip Zimbardo. Esta teoría sugiere que cuando un edificio o lugar público muestra signos evidentes de deterioro o maltrato, se crea implícitamente una norma social que permite el daño y el maltrato, y estos comportamientos se propagan rápidamente en ese entorno.

A inicios del año en curso, Gerardo Cuanalo Santos, director de la Agencia de Movilidad del Estado de Querétaro (AMEQ) dio a conocer que su instancia se haría cargo de intervenir la infraestructura de 61 paradas de camión. En un primer diagnóstico se determinó que un 30 por ciento de los sitios de espera estaban en malas condiciones y 10 por ciento en condiciones muy malas.

La remodelación del paradero de la Terminal de Autobuses sólo consistió en arreglar la infraestructura ya existente, la cual está hecha de metal y cubre del sol apenas unas horas al día.

En el paradero de La Pradera persisten las deficiencias en cuanto a la cobertura del sol. Por lo tanto, las personas recurren a alojarse en los pocos árboles que hay alrededor o se acostumbran a estar bajo un techo en el que los rayos del sol pasan de manera casi directa.

En algunos puntos apartados del centro de la ciudad, los sitios de espera fueron acoplados por las personas que requerían un asiento para aguardar durante minutos u horas, así que ahí se encargaron de instalar bloques de cemento o piedras que bajo la sombra de un árbol son de mucha utilidad.

Katia Santoyo

Estudiante de la licenciatura en Sociología de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Autónoma de Querétaro. En proceso de la formación conjunta socióloga en periodismo. Reportera de Tribuna diario desde enero de 2022.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba