“La población empezó a ver varias de las prácticas tradicionales que implican sufrimiento animal, como algo no deseable”, señaló Gino Jafet Quintero Venegas, miembro titular del Instituto Latinoamericano de Estudios Críticos Animales (ILECA), para hacer referencia a una interpretación en general del panorama de los espectáculos taurinos en México.
Quintero Venegas, coautor del artículo Tauromaquia y turismo oscuro en México: las corridas de toros como prácticas no éticas, mencionó que la disminución de eventos de corridas de toros en el país se debe en gran parte a la injerencia de otra forma de pensamiento nombrada como posthumanismo, el cual implica entre otras cosas que:
“se ha dejado atrás la imagen histórica del hombre en la cúspide del privilegio”.
El también miembro titular del ILECA, explica que se ha generado en el ámbito social una deconstrucción de la posición privilegiada de los seres humanos frente al mundo natural y esto ha dado paso a la ciencia para investigar y reconocer (no hace mucho tiempo) que los animales son seres vivos con capacidad de sentir dolor, sufrir, conscientes de sí mismos y de su entorno. Por tanto, señaló que “la población empezó a ver a varias de las prácticas tradicionales que implican sufrimiento animal como algo no deseable”.
Espectáculos taurinos municipales
El municipio de Querétaro cuenta con dos recintos para los espectáculos de las corridas de toros, uno es la Plaza de Toros Santa María que en diciembre de este año cumple 60 años y la otra es la Plaza de Toros Provincia Juriquilla, la cual se inauguró a finales de la década de los 80’s.
Fue Nicolás González Jáuregui, empresario queretano, quien inició las celebraciones taurinas en la plaza de toros Santa María, su fecha inaugural fue el 22 de diciembre de 1963. El recinto actualmente se ocupa también para rodeos y conciertos, que en el caso de los segundos tienen mayor presencia.
Al revisar los carteles de 2019 a la fecha, es posible observar que solamente se hacen festivales taurinos nombrados “tradicional corrida de año nuevo” y “tradicional corrida navideña”. En el año de 2020 fue cuando no hubo ninguno de los dos por las restricciones de la pandemia de COVID-19.
La diferencia con 2018 es que además de las dos corridas de toros que permanecen en los últimos años, se realizaron otros cuatro espectáculos taurinos a mediados del mes de enero, en abril, octubre y noviembre.
Mientras que en cuanto a los conciertos que han tenido lugar en la Plaza de Toros Santa María, fueron más de 40 en las mismas fechas. Los artistas han variado pues se han presentado de género regional mexicano, pop, ska, cumbia, rock, banda y alternativo.
La Plaza de Toros Provincia Juriquilla (forma parte de un desarrollo inmobiliario residencial exclusivo) el recinto fue inaugurado el 6 de junio de 1987, los dueños son los hermanos Torres Landa, aunque Juan Arturo “el pollo” falleció en febrero de este año y justamente su velorio se hizo en el coso.
El lugar mantuvo más espectáculos taurinos en 2022 que la plaza de toros Santa María, pues se hicieron más de diez eventos a lo largo del año. También tiene la diferencia de que ahí no se hacen conciertos, debido a que para ello se usa el Hípico de Juriquilla, lugar aledaño.
Aunque en los cinco meses que van del 2023 en la Plaza de Toros Provincia Juriquilla solamente se ha hecho una corrida de toros en el mes de febrero, mientras que en comparación al año pasado ya se habían hecho siete espectáculos en el mismo periodo de tiempo.
Otra lectura de la práctica tradicional
El Reglamento Taurino del Municipio de Querétaro data del año de 1985, aunque en 2017 bajo la administración de Marcos Aguilar Vega como presidente municipal se hizo una actualización, hasta la fecha no ha tenido otra modificación. Inclusive Luis Bernardo Nava Guerrero señaló el año pasado que “…no se tiene contemplada alguna modificación al reglamento”, que en todo caso, una autoridad jurisdiccional sería la encargada de determinar alguna consideración al respecto.
Ahí se señalan las condiciones que regulan la manera en que se llevan a cabo los eventos, tanto en lo que respecta a las autoridades competentes, dueños de las plazas, participantes y ganaderías; así como también distingue que la fiesta es Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado.
Jafet Quintero, quien tiene una estancia posdoctoral en el Programa Universitario de Bioética en la línea de ‘zooética’, mencionó que al patrimonializar una práctica cultural se busca también tener un argumento de preservar, así que se vuelve inmodificable, lo cual resulta una postura contraria a la que tiene la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
En el mes de junio de 2021 se difundió el rumor de que la Plaza de Toros Santa María sería comprada por la cadena de tiendas estadounidense HEB. Pero fue Nicolás González Aréstegui, actual propietario, quien aclaró que solamente había intereses en adquirir el lugar pero no se había cerrado algún trato.
El investigador Quintero Vanegas, quien se especializa en temas de ética animal y ética ambiental señaló que la modificación de los espectáculos taurinos, puede resultar incluso más redituable y generar empleos más formales. Además consideró que la práctica taurina es un elemento cultural que puede seguir existiendo sin que se realice como tal la actividad de maltrato animal.