Informes presidenciales

La obligación de que el jefe del ejecutivo presente un informe anual sobre el estado que guarda el país se remonta al Decreto Constitucional para la libertad de la América Mexicana, en la Constitución de Apatzingán del 22 de octubre de 1824.
En el artículo 174 del capítulo XII, referente de la autoridad del Supremo Gobierno, se señala:
“Presentará cada seis meses al Congreso un estado abreviado de las entradas, inversión y existencia de los caudales públicos, y cada año le presentará otro individual y documentado, para que ambos se examinen, aprueben y publiquen”.
En la Constitución de 1824, se detalla:
“Art. 67 El Congreso general se reunirá todos los años el día 1º de enero en el lugar que se designará por una ley. En el reglamento de gobierno interior del mismo, se prescribirán las operaciones previstas a la apertura de sus sesiones, y las formalidades que se han de observar en su instalación”.
“Art. 68. A ésta asistirá el presidente de la Federación, quien pronunciará un discurso análogo a este acto tan importante; y el que presida al Congreso contestará en términos generales”.
En la Constitución de 1857, referente al Congreso y al informe presidencial, se lee:
“Artículo 62. El Congreso tendrá cada año dos períodos de sesiones ordinarias: el primero comenzará el 16 de septiembre y terminará el 15 de diciembre; y el segundo, improrrogable, comenzará el 1º de abril y terminará el último de mayo”.
“Artículo 63. A la apertura de sesiones del Congreso asistirá el presidente de la Unión, y pronunciará un discurso en que manifieste el estado que guarda el país.
En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos 1917:
(Texto original. DOF 5-febrero-1917). En el gobierno de Venustiano Carranza:
“Art. 69.- A la apertura de sesiones del Congreso, sean ordinarias o extraordinarias, asistirá el presidente de la República y presentará un informe por escrito; en el primer caso, sobre el estado general que guarde la administración pública del País; y en el segundo, para exponer al Congreso o a la Cámara de que se trate, las razones o causas que hicieron necesaria su convocación, y el asunto o asuntos que ameriten una solución perentoria”.
(1ª Reforma. DOF 24-noviembre-1923). En el gobierno de Álvaro Obregón:
“Artículo 69.- A la apertura de sesiones ordinarias del Congreso asistirá al presidente de la República y presentará un informe por escrito, en el que manifieste el estado general que guarde la administración pública del país. En la apertura de las sesiones extraordinarias del Congreso de la Unión o de una sola de las Cámaras, el presidente de la Comisión Permanente informará acerca de los motivos que originaron la convocatoria”.
(2ª Reforma. DOF 7-abril-1986). En el gobierno de Miguel de la Madrid:
“Artículo 69.- A la apertura de sesiones ordinarias del Congreso asistirá al presidente de la República y presentará un informe por escrito, en el que manifieste el estado general que guarde la administración pública del país. En la apertura de las sesiones extraordinarias del Congreso de la Unión, o de una sola de sus Cámaras, el presidente de la Comisión Permanente informará acerca de los motivos o razones que originaron la convocatoria”.
(3ª Reforma. DOF 15-agosto-2008). En el gobierno de Felipe Calderón:
“Artículo 69.- A la apertura de Sesiones Ordinarias del Primer Periodo de cada año de ejercicio del Congreso, el presidente de la República presentará un informe por escrito, en el que manifieste el estado general que guarda la administración pública del país. En la apertura de sesiones extraordinarias del Congreso de la Unión, o de una sola de sus cámaras, el presidente de la Comisión Permanente informará acerca de los motivos o razones que originaron la convocatoria”.
El primer informe presidencial fue de Guadalupe Victoria el 1 de enero de 1825.
En la entrega del informe presidencial ha habido de todo, desde la suspensión de labores, cadena nacional en radio y televisión, hasta interrupciones como la de Marcos Rascón, diputado del PRD, que en el segundo informe de gobierno de Zedillo se puso una máscara de cochino; hasta el llanto de un presidente —José López Portillo— en la tribuna de la Cámara de diputados en su sexto informe en 1982, al señalar que iba a “defender el peso como un perro” y finalmente el peso se devaluó.
Y los nostálgicos ven cómo todo cambia, ayer en el Día del presidente, hoy el informe se envía por WhatsApp.