Sólo para nostálgicos

Nuestra música

En cada etapa del mexicano lo acompaña la música, desde su nacimiento hasta su muerte, para recordar un amor, conquistar una mujer, la muerte, la alegría, la tristeza, el amor a la madre, cuando alguien se va de viaje, cuando se radica en el extranjero; en una oración, hay una canción para cada ocasión. Y aparte de esta variedad, cada región tiene su música y sus corridos.

Cada quien tiene un gusto por cierto género musical, pero uno que ha perdurado es el corrido, que son narraciones históricas populares, que dan cuenta de hazañas, de héroes o sucesos importantes de una región; el corrido es la tradición oral local o regional.

Un ejemplo es el Corrido de Simón Blanco, personaje de leyenda que nació en 1903, en Charco del Pozo, Guerrero, pero el asesinato de su hermano lo hizo salir del lugar, y a la edad de 14 años llegó a Tres palos; acompañado de su amigo Andrés estuvo en las filas de Emiliano Zapata.

Hombre leal, que depuso las armas por un convenio con el gobierno, pero la traición de sus compadres acabó con su vida en un baile.

Otro corrido es el de La Cárcel de Cananea, relato de la vida real, su protagonista fue Francisco Romero Sortillón, apodado El Cucharón quien fue encarcelado por el haber asesinado a unos chinos.

Francisco Romero nació en 1884 en Bisbiee, Arizona, donde llegó a ser sheriff, pero por enemistades por su cargo se vio obligado a radicar en Cananea.

En 1906, en la Cárcel de Cananea, estuvieron presos líderes revolucionarios como Esteban Baca Calderón, Manuel M. Diéguez y Lázaro Gutiérrez de Lara.

La cárcel fue inaugurada en 1903 y funcionó hasta 1979, en la actualidad es el Museo de la Lucha Obrera, declarado Monumento Histórico Nacional en junio de 1980.

El Corrido de Juan Cortina, relato verídico. Su nombre completo era Juan Nepomuceno Cortina Goseacochea, nació en Camargo, Tamaulipas, el 16 de mayo de 1824; ranchero, político, militar, luchador social y héroe popular que puso en jaque a los estadounidenses con sus redadas, en busca de justicia ante por el tratado de Guadalupe-Hidalgo. Hombre de convicciones, acaudilló un grupo guerrillero para defender a los mexicanos de los texanos y de los estadounidenses.

Con orgullo mexicano, vio con malos ojos vio el resultado de la guerra de 1847. Sus propiedades quedaron al norte del río Bravo, pero eso no lo hacía angloamericano. Era un mexicano molesto ante la usurpación territorial.

El 13 de julio de 1859, Juan Cortina comenzó una serie de acciones guerrilleras que han pasado a la historia como Las Guerras de Cortina. El detonante fue la defensa de su caporal Tomás Cabrera, a quien el marshall Robert Shears de Brownsville golpeaba con la cacha de una pistola. Cortina le disparó al Marshall en el hombro, por lo que fue perseguido.

Durante la invasión francesa y el imperio de Maximiliano, apoyó a Benito Juárez; después fue hecho prisionero en varias ocasiones y en 1890, encarcelado en la prisión de Santiago Tlatelolco, falleció el 30 de octubre de 1890.

Y un corrido interpretado por ‘El Piporro’, basado en un hecho histórico, es el de Agustín Jaime, hombre que nació en 1913 en Saltillo, Coah., quien tenía suerte con las mujeres, fue el 25 de diciembre de 1931, cuando Agustín Jaime fue a la cantina El Huizache, pero ahí estaba un militar de nombre Pedro Arredondo con quien tenía diferencias, después de estar un rato en el lugar Agustín se retiró, pero detrás de él salió Pedro quien le disparó a la espalda; por sus heridas falleció ese mismo día.

Y los nostálgicos recuerdan estos corridos al escucharlos en los discos de 33 RPM, dicen que recordar es volver a vivir esos gratos momentos.

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