Universo Cinematográfico de Marvel: ¿La franquicia que definió las reglas del cine de superhéroes?

El género de superhéroes no siempre ha sido como hoy en día lo conocemos. Los blockbusters y universos compartidos fueron un fenómeno que se definió en la primera década del siglo XXI. Sin embargo, la consolidación del Universo Cinematográfico de Marvel debe entenderse también a partir de una primera era del cine del género, a finales de los noventa, así como a qué hicieron otras productoras en este tiempo.
Ambos estudios revolucionaron este género y se lo tomaron más en serio entre los años de 1990 en adelante. En el caso de Marvel fue debido a la venta de sus personajes franquicia a otras casas productoras, por lo que cada una de ellas, quería tener su propio emblema, hoy en día no podemos ver una película de Spider-Man sin recordar que le pertenece a Sony o una película de los X-Men con Fox durante muchos años.
DC, competencia directa de Marvel, tuvo éxito en los noventa con Batman, personaje que tuvo un reboot en la primera década del siglo con Christopher Nolan, quien nos brindó una de las trilogías más elogiadas del género. Pero en este punto de la historia aún no existía un cambio, aún no se había definido el cine de héroes.
Los estudios continuaron con la misma fórmula de llevar a cabo películas en solitario, como Sony que terminó la también aclamada trilogía de Spider-Man de Sam Raimi en 2007, incluso con una cuarta muy cerca de haber visto la luz. Sin embargo, 2008 sería el año que lo cambió todo con el estreno de Iron Man, producida directamente por Marvel Studios.
El éxito que generó el naciente UCM cambió la forma de contar las historias de superhéroes, un género que también había pasado por momentos bajos con producciones como Daredevil (2003) y Catwoman (2004) que no fueron bien recibidas por el público.
La llegada del UCM también generó un debate entre los amantes de estas producciones y los amantes de un cine más regular y habitual. Hasta el director Martin Scorsese mencionó que Marvel no es cine, refiriéndose a que se trata simple y sencillamente de la venta de un fan service. A pesar de estas duras críticas, las cintas del género han rebasado esta barrera.
Los ejemplos más famosos vienen de la competencia, pues además de la ya mencionada trilogía de Batman dirigida por Christopher Nolan, otras producciones como Joker (2017) fueron galardonadas en las ceremonias de los premios Oscar.
En contraparte, el Universo Extendido de DC no funcionó por distintos motivos. La visión de Zack Snyder, creador de la franquicia, no tuvo el visto bueno del estudio, al presentar a héroes con una perspectiva más seria y alejada de lo que Marvel realizaba. Las discusiones entre el director y el estudio provocaron una ruptura que dejó a la deriva al universo.
El universo se ha diluido con el pasar de los años aunque sigue existiendo. Producciones como Shazam (2019) o Birds of Prey (2020) se caracterizaron por seguir más la fórmula Marvel con más elementos de comedia.
Con The Flash (2023), la franquicia tuvo un ‘soft reboot’, para iniciar ahora con el proyecto encabezado por Peter Safran y James Gunn, este último el director de la trilogía de Guardians of The Galaxy de Marvel Studios.
El futuro presenta un reto general para Marvel y DC. De tener dos películas al año, pasamos a tener en promedio cinco producciones con poco espacio entre cada una. El género se ha saturado no sólo en la gran pantalla, sino también en servicios de streaming con series, especiales y cortos, los cuales buscan generar conversación entre los fans y seguir con la expansión de sus multiversos.