Xóchitl Gálvez y la sanidad pública

La casi candidata presidencial por parte PAN, PRI y PRD, Xóchitl Gálvez (salvo que los que verdaderamente mandan, se deshagan de ella, tal y como hicieron con Lilly Téllez) declaró públicamente en Chihuahua, la semana ante pasada, que los empleados públicos de este país podrían pagar de su bolsa un seguro de gastos médicos mayores con un precio de unos 70 mil pesos mensuales.
Este tipo de propuestas, muestran que la senadora Gálvez es bien de derecha, más allá de las fábulas que ha estado contando (origen humilde, indígena, que vendía gelatinas y que llegó a vivir a Iztapalapa, en la Ciudad de México, entre otras cosas).
En lugar de proponer mejorar y potenciar el sistema público de salud, en este caso el ISSSTE, propone, desea, sueña con que seamos los propios empleados públicos los que nos hagamos cargo de atender nuestra salud y la de nuestros familiares enriqueciendo a empresas privadas que lucran con lo más sagrado que tiene una persona, la vida misma.
Ya en varias ocasiones, la senadora Gálvez ha exhibido que le falla el sentido numérico, como cuando se inventó que vendía 600 gelatinas diarias, gelatinas que con todo y vitrinas de exposición pesarían unos 100 kilos y que ella, apenas una niña, cargaría para ir a venderlas al mercado de Tepatepec, Hgo. antes de irse a la secundaria de Mixquiahuala.
O como cuando en el Senado una ingeniera, aspirante a un cargo público, la puso en ridículo porque Gálvez, que es ingeniera en Sistemas Computacionales por parte de la UNAM, evidenció que no sabía convertir megavatios (Mw) a kilovatios (Kw) pues Gálvez le exigía a la ingeniera una ‘respuesta en kilovatios’ cuando la ingeniera ya le había dado una respuesta en Mw.
Con su nueva ocurrencia de los seguros de gastos médicos mayores de 70 mil pesos, Gálvez evidencia que no conoce en absoluto el país que siente que puede gobernar, pues de acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI (relativa a enero de 2022) apenas unos 815 mil trabajadores en México ganan más de cinco salarios mínimos, que equivalen a 31 mil pesos mensuales, y es evidente que la inmensa mayoría no son empleados públicos.
De los anteriores 815 mil trabajadores ¿cuántos de ellos podrían pagar 70 mil pesos mensuales? Una cantidad ínfima, pues se tendrían que ganar al menos unos 100 mil pesos mensuales para hacer frente a los demás gastos en una familia. Por ejemplo, los 657 mil profesores de primaria que trabajan en el sector público ganan en promedio 7 mil 100 pesos mensuales.
Pero esta ocurrencia de Gálvez evidencia algo más: su desprecio a los sistemas de salud públicos. Tomando como cierta su narrativa de que su familia era extremadamente pobre (se ha atrevido a afirmar incluso que ella andaba descalza), ¿Sus padres habría podido pagar un seguro de gastos médicos mayores de tal magnitud? ¡Claro que no! Eso significa que tanto Xóchitl como su familia (ambos padres eran maestros del sistema público) hicieron uso del ISSSTE y gracias a eso pudieron sobrevivir.
Pero ahora, la empresaria-senadora quiere quitar esa posibilidad a los demás.
Y esa es la esencia de la derecha, aprovechar ellos de lo público, pero negar esa posibilidad a los demás. Ese es el verdadero pensamiento de la señora X.
Promover seguros de gastos médicos mayores es promover los sistemas privados de salud, en detrimento no sólo de la sanidad pública sino también en detrimento de la vida de las personas y más en un país en donde más del 98.5 por ciento de los trabajadores gana menos de 30 mil pesos mensuales.
Este es el fondo de la cuestión. Claro lo que sí se le da a la senadora Gálvez es hacer negocios con sus empresas mientras ostenta cargos públicos, algo que comenzó a hacer desde que se convirtió en secretaria del gobierno de Vicente Fox. Para los contratos sí tiene sentido numérico.