Sentimientos gratos

Hay sentimientos que pueden resultar desagradables, no gratos, incluso hasta dañinos, cuando la persona permite que éstos la controlen o controlen su vida, por ejemplo el enojo, la envidia, el rencor; otros que no permiten que la persona viva tranquila, puede ser la culpa, la angustia, el miedo, por mencionar algunos.
Sin embargo, también existen los sentimientos que son gratos, placenteros y que pueden contribuir para el bienestar de la persona, en este grupo encontramos, por ejemplo, la calma, la serenidad, la tranquilidad, el sosiego, la quietud, descanso y el reposo.
Éstos aparecen generalmente cuando hay un descanso o un aplacamiento de grandes agitaciones, cuando hay ausencia de alteraciones y, hasta se puede decir, una agradable ausencia de perturbaciones.
Aunque es posible que algunas veces hayamos visto, escuchado o los usemos como sinónimos, los sentimientos mencionados no son lo mismo. Así por ejemplo y de manera muy general, se puede decir que dichos sentimientos se describen de la siguiente manera.
Calma. Es el sentimiento de aplacamiento de lo que está perturbando, puede ser un ruido o una situación que altera a la persona. Generalmente suele venir después de un acontecimiento que agita a la persona. De hecho, seguramente han escuchado o dicho la frase: ‘Después de la tormenta viene la calma’. Es cuando termina, se suspende o hay carencia de inquietud o turbación. La calma puede estar en la persona o en las cosas o situaciones.
Sosiego. Es como asentar o apaciguar el pensamiento, la emoción, o la situación perturbadora, y se vive como una sensación de alivio.
Quietud. Esta es lo que podríamos decir cuando hay ausencia de movimiento, es un estado de apaciguamiento, de estar estático. Y no necesariamente surge de un hecho o pensamiento perturbador, tiene que ver más con lo físico.
Reposo. Es meramente una exclusión de toda acción. Señala tranquilidad del ánimo, se dice que se está en reposo cuando se está en quietud, no surge necesariamente después de un hecho perturbador, ni siquiera de un cansancio significativo.
Descanso. Éste, a diferencia del reposo, sí surge de un cansancio importante o una fatiga y se requiere para recuperar fuerzas o repararlas. No viene después de alguna situación o hecho perturbador.
Tranquilidad. Es como una mezcla entre calma y apaciguamiento, puede ser que surja después del cansancio de la agitación provocada por alguna situación, es cuando se logran sosegar los ánimos.
Serenidad. Es algo más profundo, generalmente la persona puede estar serena cuando toma conciencia de que ha tenido buena intención y ha actuado bien, no sólo es que no tenga alguna perturbación emocional, sino que sus buenas acciones y obras, le permiten estar experimentando ese sentimiento. Se podría decir que es lo contrario al remordimiento. Generalmente quienes experimentan este sentimiento son personas de edad avanzada. Reside en el descanso y apaciguamiento de grandes agitaciones violentas y furiosas.
Pero algunas veces no sabemos o no nos permitimos estar experimentando alguno de los sentimientos antes mencionados, pues aprendimos a vivir desde la preocupación, la prisa, la angustia, incluso algunas personas se sienten culpables cuando están sintiendo alguno de ellos, o puede aparecer el pensamiento ¿será que hay algo mal, que estoy tan tranquilo?
Algunos aprendizajes vienen desde las frases: El trabajo es primero, si descansas estás perdiendo el tiempo, tienes que ser productivo y si descansas no lo eres, estar tranquila está mal porque debo estar siempre apurada con los deberes, etc. etc.
Hay muchas creencias que pueden impedirnos experimentar esos gratos sentimientos.